Entrevista psicológica con niños y entrevista de juego

Entrevista psicológica con niños y entrevista de juego

La entrevista psicológica en niños es una modalidad de terapia muy frecuente hoy en día. Se puede hacer de forma individual o grupal; para diagnosticar y tratar diferentes tipos de afecciones mentales o simplemente para evaluar el desarrollo cognitivo del niño.

Un adulto se comunica a través de lo verbal, pero el niño si bien puede comunicarse verbalmente, a veces prefiere expresarse a través del juego. El juego es una modalidad de expresión placentera que tiene el niño, la cual la podemos encontrar en todas las sociedades. Los psicólogos utilizamos el juego como una técnica de trabajo, (se incluye también al dibujo), en donde el niño no es consciente de lo que nos muestra con su juego.

El juego de los niños es objeto de estudio desde hace mucho tiempo, sin embargo, quien sienta las bases de la técnica de juego, la sistemátización como diagnóstico y el tratamiento es Melanie Klein. Mediante su técnica podemos aproximarnos al nivel intelectual, capacidades motrices y mundo interno de ese niño que viene a consultar.

¿Cuáles son los pasos a seguir en la entrevista psicológica con niños?

Cuáles son los pasos a seguir en una entrevista psicológica con niños

Un psicólogo sabe que cada individuo es único, por tanto, cada tipo de entrevista será única. En la entrevista con niños se debe demostrar sutileza, ser abierto y amigable para ganarse la confianza de su pequeño paciente.

Primero el psicólogo saludará al niño por su primer nombre. Luego se presentará él mismo y si los padres no se quedan en la entrevista le dirá al niño dónde se encontraran los mismos. A continuación le expresará al niño el porqué de la consulta, de una manera comprensible para su edad.
Si el niño es mayor de 7 años se podrá tener una conversación medianamente fluida, pero es sumamente necesario prestarle atención a cualquier síntoma de nerviosismo que demuestre.

Comienzan las preguntas... El psicólogo comenzará a hacer preguntas, partiendo de preguntas relacionadas con la vida del niño:
si va a la escuela o guardería, qué le gusta hacer, como se lleva con sus amigos y sus padres, etc.  A veces los niños, al no querer hablar de algo, intentan posponer la situación buscando una excusa para escapar, por ejemplo pedir para ir al baño; por eso es necesario que el psicólogo sea sensible a esas formas de esquivar una pregunta y cual es la pregunta que intentan posponer.

Para hacer la entrevista de forma más didáctica y divertida y poder evaluar su desarrollo evolutivo, se le pedirá al mismo que identifique los colores, que demuestre contar, que verifique las preposiciones de comprensión: detrás, enfrente, etc -estas preguntas serán formuladas de acuerdo a la edad del paciente-.

Cabe remarcar que la hora de juego en un proceso psicodiagnóstico difiere de la hora de juego en un proceso terapéutico; pues en el primer caso esta hora tiene un comienzo, un desarrollo y un fin en sí misma, es decir, funciona como una unidad, por lo tanto hay que interpretarla como tal; queda incluida dentro del proceso psicodiagnóstico y generalmente se da en dos o tres encuentros dependiendo del proceso. En el segundo caso la hora de juego es un continuo, es un eslabón tras otro, donde van surgiendo nuevos elementos y modificaciones estructurales pues el terapeuta interviene para ello y se utiliza con una determminada frecuencia. Ambas horas de juego tienen elementos en común pero el fin es diferente.

En la parte lúdica -usualmente utilizada con niños a partir de los 3 años, en el comienzo de la etapa fálica- el mediatizado es el juguete, de alguna forma al jugar el niño expresa lo que está sintiendo, incluyendo elementos del proceso primario, por ejemplo la condensación, la atemporalidad y el desplazamiento, por eso hay autores como Melanie Klein que homologan el jugar con el sueño.

La técnica de juego nunca se da en el primer encuentro y a través de ésta es importante conocer el desarrollo evolutivo, es decir, si lo que vemos corresponde o no con lo esperable evolutivamente. Si optamos por realizar la entrevista de juego con la prescencia de los padres hay que observar a su vez que nos muestra el niño a la luz del comportamiento de éstos.

Cada entrevista implica un vínculo transferencial entre el niño y el psicólogo, vínculo que posibilita conocer al niño para ver de que manera lo podemos ayudar y así armar estrategias de trabajo.

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