Período sensorio-motriz

periodo sensoriomotriz

Jean Piaget (psicólogo suizo) desarrolló una teoría definitoria acerca del desarrollo infantil, la cual propone que los niños progresan a través de una serie de cuatro etapas críticas para su desarrollo cognitivo.

En este período, según Piagetel individuo conoce a través de los sentidos y el movimiento, es decir, a través de las percepciones y el accionar sobre el mundo. Las cuatro etapas de desarrollo cognitivo propuestas por Piaget incluyeron: la etapa sensorio-motriz (desde el nacimiento hasta los dos años); la etapa preoperacional (desde los dos a los siete años); la etapa operativa (desde los siete a los once años) y la etapa operativa formal (desde la adolescencia hasta la adultez).

La etapa que detallaremos a continuación es la primer fase del desarrollo cognitivo, la etapa sensorio-motriz.

Índice
  1. Etapa sensorio-motriz
    1. Reflejos
    2. Reacciones circulares primarias
    3. Reacciones circulares secundarias
    4. Coordinación de los esquemas secundarios
    5. Reacciones circulares terciarias
    6. Invención

Etapa sensorio-motriz

Durante esta etapa los bebés comienzan a conocer el mundo que los rodea y obtienen conocimiento a través de sus sentidos y movimientos motores. El conocimiento del bebé sobre el mundo se limita a sus percepciones sensoriales y a sus actividades motoras.

Es una fase en la que ocurre una catarata de sentidos y emociones. Es todo nuevo para el bebé, sus sentidos no paran de estar activos mientras se mantiene en estado de vigilia, y cuando duerme procesa toda la información adquirida.

La etapa sensorio-motriz se sub-divide en seis sub-períodos:

  1. Reflejos: de o a 1 mes
  2. Reacciones circulares primarias: de 1 a  4 meses
  3. Reacciones circulares secundarias: de 4 a 9 meses
  4. Coordinación de los esquemas secundarios: de 9 meses a 1 año
  5. Reacciones circulares terciarias: de 1 a 1 año y medio
  6. Invención: de 1 año y medio a 2 años

Etapas del periodo sensoriomotriz

Reflejos

El reflejo es una reacción involuntaria que ocurre automáticamente. En esta fase se actúa en base a reflejos, de succión y prensión básicamente pues es la única estructura biológica y orgánica que tiene el bebe como sostén. Es una base neurológica que le permite frente a determinados estímulos reaccionar de determinada manera. 

Un bebé puede mostrar estos reflejos mientras continúa creciendo, principalmente durante las primeras seis semanas de vida.

Reacciones circulares primarias

Este esquema reflejo comienza a repetirse; el bebé que al principio succiona el pecho de la madre, ahora succiona también todos los objetos. Va conociendo el mundo a través de los objetos y partir de que esta acción refleja se repite se va complejizando y se transforma en un hábito. En otras palabras el accionar y succionar se repite mecánicamente y se transforma en un elemento circular primario. Los bebés comienzan a asociar el movimiento de ida y vuelta de su mano hacia su boca o cara, y comienzan a darse cuenta de que tienen la capacidad de repetir el movimiento.

Es un período de simbiosis y adualismo con su mamá -o quien cumpla esa función-, por tanto todavía no habría  inteligencia.

Reacciones circulares secundarias

Esta sub-etapa suele ocurrir cuando el bebé alcanza alrededor de los cuatro meses de edad y puede continuar hasta los ocho meses de edad. En la misma ocurre un despegue en cuanto a las posibilidades porque la coordinación visión- prensión lo lleva a tomar un objeto, pues al no existrir esta coordinación no podía dirigir la acción a los objetos. Las acciones tienen que ver con el azar, no hay intencionalidad ni discriminación entre los medios y los fines, -aunque hay un esbozo de la intencionalidad-.

Coordinación de los esquemas secundarios

Se da la coordinación de los esquemas secuandarios porque va a aplicar lo que ya conoce y lo va a repetir y en ese repetir lo va afianzando en los esquemas de asimilación, permitiéndole una mayor adaptación al medio que ya conoce. Comienza a construirse la intencionalidad de alcanzar determinado objeto. Piaget ubica aquí el umbral de la inteligencia pues el niño ya se diferencia del mundo.

Reacciones circulares terciarias

Estas reacciones difieren de las reacciones circulares secundarias en el sentido de que son adaptaciones intencionales a situaciones específicas. El bebé es capaz de crear medios nuevos a través de la experimentación y la exploración de la realidad que circula, manejándose a través en el ensayo y en el error. La acción recae sobre el medio, pero se le agrega la exploración activa y la acción directa. Se relaciona con el objeto de conocimiento y a la vez relaciona los objetos entre sí.

Invención

Se da una revolución, todo lo que fue asimilando y estaba quieto de golpe se  utiliza. Hay intencionalidad y cuando logra lo que quería se sorprende, se da una verdadera operación mental. No hay afectividad unidad al pensamiento. El logro de esta etapa es la noción de objeto permanente, es decir, saber que los objetos existen más allá de que el niño los vea o no; lo que le permite lograr también la noción de tiempo, espacio, causalidad, en el sentido de que determinado efecto va a producir determinadas consecuencias.

Los tiempos son acotados, inmediatos pero el campo de acción se amplía, aunque todavía no se comprende el proceso, sino que se atiende lo que pasa al principio y al final de cada acción.  Estos logros son categorías de acción, por eso todavía no podemos hablar de que hay un pensamiento ligado a la representación alguna. El niño no piensa, simplemente acciona pero sí hay intencionalidad y al final de este período logra la representación tal cual es, construyéndose además una invariante, los instrumentos.

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